jueves, 31 de enero de 2013

La espalda y nuestras emociones



PARTE INFERIOR DE LA ESPALDA (vértebras lumbares) Emociones Causantes de los Dolores de Espalda

Frecuentemente confundida con los riñones y comúnmente asociada al dolor de riñones, esta área se sitúa entre la cintura y el coxis.
Es una parte del sistema de sostenimiento.

· Dolores en esta región manifiestan la presencia de inseguridades materiales (trabajo, dinero, bienes) y afectivas.· “Tengo miedo de carecer de…!” “Nunca lo conseguiré!”, “ Nunca conseguiré realizar esto!” expresan bien los sentimientos interiores vividos.· Estoy tan preocupado por todo lo material que siento tristeza porque hay un vacío y este vacío me duele. Incluso puedo fundar mi valor personal en el número de bienes materiales que poseo.· Vivo una gran dualidad, porque deseo tener tanto la “calidad” como la “cantidad”, tanto en lo que a relaciones interpersonales se refiere como a lo que poseo.· Tengo tendencia a tomar demasiadas cosas sobre mis hombros y tengo tendencia a dispersar mis energías.· Intento hacerlo todo para ser amado y me entretengo con la opinión que tienen de mí los demás.

También puede tratarse de una inquietud frente a una u otras personas.

· Estoy preocupado por ellas y quizás tengo tendencia en “coger los problemas de los demás sobre la espalda” y querer salvarlos.· Mi impotencia frente a ciertas situaciones de mi vida me vuelve amargo y rehuso someterme, pero tengo miedo. Este sentimiento de impotencia que puede llevarme hasta la rebelión, podrá conducirme a un “lumbago” o un “dolor de cintura”.· No me siento sostenido en mis necesidades de base y mis necesidades afectivas.· Tengo dificultad en hacer frente a los cambios y a la novedad que se presentan a mí porque me gusta sentirme en seguridad en mi rutina y mis viejas costumbres.

Esto revela frecuentemente que soy inflexible y rígido y que quisiera ser sostenido a mi modo. Si acepto que los demás puedan ayudarme a su modo, voy a descubrir y tomar consciencia de que tengo el apoyo que necesito. Así me vuelvo más autónomo y responsable.

Si se trata de un pinzamiento de los discos lumbares, pongo probablemente demasiado presión sobre mí mismo en hacer cosas para que me amen. Ya que se revela necesario un período de reposo, aprovecho para mirar lo que está sucediendo en mi vida y volver a definir mis prioridades. Al no sentirme sostenido, me vuelvo rígido (tieso) hacía los demás.

¿Tiendo a culpar a los demás de mis dificultades?

¿Me tomo el tiempo de expresar mis necesidades?

Acepto que mi único sostén viene de mí mismo.

Volviendo a tomar contacto con mi ser interior, establezco un equilibrio en mis necesidades y reúno todas las fuerzas del universo que están en mí. Estas fuerzas me dan confianza en mí y en la vida porque sé que me traen todo lo que necesito: físico, emotivo, espiritual. Estoy sostenido en todo momento!